Por Luis Conde Martín
En estos duros días de la cuesta de enero , el audaz José Luis Alemán se atreve a ofrecer al público español una gran superproducción cinematográfica, que dejará turulatos a más de cuatro.
Con buenos actores y una recreación excelente de una mansión victoriana aislada en el campo, cuenta con garra y habilidad una vieja historia de terror del genial Lovecraft., con el título de “La herencia Valdemar”.
Sesiones delirantes de espiritismo y escenas de pesadilla con seres surgidos de las sombras, acechan al espectador y lo sumergen en ambientes oníricos con sorpresas constantes, porque el ritmo narrativo en muy adecuado.
Para pasarlo muy entretenidos con una película con secuela, como se hacía en los años cincuenta en las inglesas de serie “B”. Habrá quien se asuste y otros sonreirán, pero todos lo pasarán encantados, traspuestos a otro mundo.
Un esfuerzo cinematográfico que merece ser contemplado, aunque sólo sea por los decorados, el vestuario y la dedicación del conjunto de actores y técnicos.
¡Y acaso el público respalde este tipo de diversión y evasión de una realidad, que en el fondo es más terrorífica que la exhibida .en estas imágenes!
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